jueves, noviembre 30, 2006

Origen de la teoría del libre albedrío [Friedrich Nietzsche]

En uno, la necesidad reviste la forma de sus pasiones;
en otro, es la costumbre de escuchar y obedecer;
en un tercero, se da mediante la conciencia lógica,
y en un cuarto, se muestra en el capricho y el placer extravagante de leer saltándose páginas.
Pero todos ellos buscan el libre albedrío precisamente allí donde están más encadenados. Es como si el gusano de seda hiciera consistir su libre albedrío en su acción de hilar. ¿A qué se debe esto? Evidentemente a que cada cual se considera libre allí donde es más fuerte su sentimiento de vivir, y en consecuencia, como he dicho, unos los hacen en la pasión, otros en el deber, otros en la investigación científica, otro en la fantasía.

Involuntariamente el individuo cree que el elemento de su libertad radica en aquello que le hace fuerte, en lo que anima su vida. Vincula dependencia con torpeza e independencia con sentimiento de vivir, como parejas inseparables. En esta caso, una experiencia que el hombre ha adquirido en el terreno político y social la traspasa indebidamente al campo de la metafísica trascendental: aquí el hombre fuerte es también el hombre libre; el vigoroso sentimiento de alegría y de dolor, la elevación de las esperanzas, la audacia de los deseos y el poder del odio son patrimonio del soberano independiente, mientras que el súbdito y el esclavo viven en un estado de opresión y de necesidad.
La teoría del libre albedrío es un invento de las clases dirigentes.

miércoles, noviembre 29, 2006

Yo y Tú [Martin Buber]

Hombre libre es el que quiere sin la arrogancia de lo arbitrario. Cree en la realidad, es decir, en el lazo real que une la dualidad del yo y del tú. Cree en el Destino y cree que el Destino le necesita...

Pues lo que ha de acontecer acontecerá si no está resuelto a querer lo que es capaz de querer

jueves, noviembre 23, 2006

El Cuervo -fragmento- [Edgar Allan Poe]

Mas el cuervo provocando mi alma triste a la sonrisa, Mi sillón rodé hasta el frente de ave y busto y de cornisa; Luego, hundiéndome en la seda, fantasía y fantasía Dime entonces a juntar, Por saber que pretendía aquel pájaro ominoso De un pasado inmemorial, Aquel hosco, torvo, infausto, cuervo lúgubre y odioso Al graznar: "¡Nunca jamás!" Quedé aquesto investigando frente al cuervo, en honda calma, Cuyos ojos encendidos me abrasaban pecho y alma. Esto y más -sobre cojines reclinado- con anhelo Me empeñaba en descifrar, Sobre el rojo terciopelo do imprimía viva huella Luminosa mi fanal, Terciopelo cuya púrpura ¡ay! Jamás volverá élla A oprimir, ¡ah, nunca más!

martes, noviembre 14, 2006

Si Dios fuera una mujer [Mario Benedetti]

¿Y si Dios fuera una mujer?
-Juan Gelman
¿Y si Dios fuera mujer? pregunta Juan sin inmutarse, vaya, vaya si Dios fuera mujer es posible que agnósticos y ateos no dijéramos no con la cabeza y dijéramos sí con las entrañas. Tal vez nos acercáramos a su divina desnudez para besar sus pies no de bronce, su pubis no de piedra, sus pechos no de mármol, sus labios no de yeso. Si Dios fuera mujer la abrazaríamos para arrancarla de su lontananza y no habría que jurar hasta que la muerte nos separe ya que sería inmortal por antonomasia y en vez de transmitirnos SIDA o pánico nos contagiaría su inmortalidad. Si Dios fuera mujer no se instalaría lejana en el reino de los cielos, sino que nos aguardaría en el zaguán del infierno, con sus brazos no cerrados, su rosa no de plástico y su amor no de ángeles. Ay Dios mío, Dios mío si hasta siempre y desde siempre fueras una mujer qué lindo escándalo sería, qué venturosa, espléndida, imposible, prodigiosa blasfemia.

miércoles, noviembre 08, 2006

Sobre la ilusión [Ramón de Campoamor]

No rechaces tus sueños.
Sin la ilusión, el mundo qué sería

lunes, noviembre 06, 2006

Celebración de la Amistad, Libro de los abrazos [Eduardo Galeano]

En los suburbios de La Habana, llaman al amigo mi tierra o mi sangre. En Caracas, el amigo es mi pana o mi llave: pana, por panadería, la fuente del buen pan para las hambres del alma; y llave por...
-Llave, por llave -me dice Mario Benedetti.
Y me cuenta que cuando vivía en Buenos Aires, en los tiempos del terror, él llevaba cinco llaves ajenas en su llavero: cinco llaves, de cinco casas, de cinco amigos: las llaves que lo salvaron.

jueves, noviembre 02, 2006

Ética para Nicómaco [Aristóteles]

Tanto la virtud como el vicio están en nuestro poder. En efecto, siempre que está en nuestro poder el hacer, está también el no hacer, y siempre que está en nuestro poder el no, lo está el sí , de modo, que si está en nuestro poder el obrar cuando es bello, lo estará también cuando es vergonzoso, y si está en nuestro poder el no obrar cuando es bello, lo estará, asimismo, para no obrar cuando es vergonzoso.

lunes, octubre 30, 2006

Vera Sabina

Sonríe,
el mundo se lo merece

viernes, octubre 27, 2006

Ilusión, desilusión estética [Jean Baudrillard]

El dominio de los artefactos sobrepasa ampliamente el del arte. El reino del arte es en rigor el de una gestión convencional de la ilusión, una convención que en principio neutraliza los efectos delirantes de la ilusión, que neutraliza la ilusión como fenómeno extremo. La estética constituye una suerte de sublimación, de dominio por la forma de la ilusión radical del mundo, que de otro modo nos vaciaría. Esta ilusión original del mundo de la que otras culturas han aceptado la cruel evidencia que dispone un equilibrio artificial. Nosotros, las culturas modernas, no creemos ya en esa ilusión del mundo, sino en su realidad (que es por supuesto la última de las ilusiones), cuyos estragos hemos escogido atemperar por medio de esa forma cultivada, dócil, de simulacro que es la forma estética. La ilusión no tiene historia. La forma estética en sí misma tiene una. Pero debido a que tiene una historia, no tiene más que un tiempo, y es sin duda ahora cuando asistimos al desvanecimiento de esta forma condicional, de esta forma estética del simulacro, en beneficio del simulacro incondicional, es decir en una escena primitiva de la ilusión, donde recuperaremos los rituales y las fantasmagorías inhumanas de las culturas más allá de la nuestra.

jueves, octubre 26, 2006

Luis Buñuel

La moda es la manada;
lo interesante es hacer
lo que a uno le de la gana

jueves, octubre 19, 2006

Mariano José de Larra

El pueblo no es verdaderamente libre mientras que la libertad no esté arraigada en sus costumbres e identificada con ellas.

miércoles, octubre 11, 2006

Arthur Schopenhauer

La envidia en los hombres muestra cuán desdichados se sienten, y su constante atención a lo que hacen o dejan de hacer los demás, muestra cuánto se aburren.

martes, octubre 10, 2006

Fragmento de Aullido [Allen Ginsberg]

Vi las mejores mentes de mi generación destruidas por la locura, hambrientas histéricas desnudas, arrastrándose por las calles de los negros al amanecer en busca de un colérico pinchazo, hipsters con cabezas de ángel ardiendo por la antigua conexión celestial con el estrellado dínamo de la maquinaria nocturna, que pobres y harapientos y ojerosos y drogados pasaron la noche fumando en la oscuridad sobrenatural de apartamentos de agua fría, flotando sobre las cimas de las ciudades contemplando jazz, que desnudaron sus cerebros ante el cielo bajo el El y vieron ángeles mahometanos tambaleándose sobre techos iluminados, que pasaron por las universidades con radiantes ojos imperturbables alucinando Arkansas y tragedia en la luz de Blake entre los maestros de la guerra, que fueron expulsados de las academias por locos y por publicar odas obscenas en las ventanas de la calavera, que se acurrucaron en ropa interior en habitaciones sin afeitar, quemando su dinero en papeleras y escuchando al Terror a través del muro, que fueron arrestados por sus barbas púbicas regresando por Laredo con un cinturón de marihuana hacia Nueva York, que comieron fuego en hoteles de pintura o bebieron trementina en Paradise Alley, muerte, o sometieron sus torsos a un purgatorio noche tras noche, con sueños, con drogas, con pesadillas que despiertan, alcohol y verga y bailes sin fin, incomparables callejones de temblorosa nube y relámpago en la mente saltando hacia los polos de Canadá y Paterson, iluminando todo el inmóvil mundo del intertiempo, realidades de salones de Peyote, amaneceres de cementerio de árbol verde en el patio trasero, borrachera de vino sobre los tejados, barrios de escaparate de paseos drogados luz de tráfico de neón parpadeante, vibraciones de sol, luna y árbol en los rugientes atardeceres invernales de Brooklyn, desvaríos de cenicero y bondadosa luz reina de la mente, que se encadenaron a los subterráneos para el interminable viaje desde Battery al santo Bronx en benzedrina hasta que el ruido de ruedas y niños los hizo caer temblando con la boca desvencijada y golpeados yermos de cerebro completamente drenados de brillo bajo la lúgubre luz del Zoológico, que se hundieron toda la noche en la submarina luz de Bickford salían flotando y se sentaban a lo largo de tardes de cerveza desvanecida en el desolado Fugazzi’s, escuchando el crujir del Apocalipsis en el jukebox de hidrógeno, que hablaron sin parar por setenta horas del parque al departamento al bar a Bellevue al museo al puente de Brooklyn, un batallón perdido de conversadores platónicos saltando desde las barandas de salidas de incendio desde ventanas desde el Empire State desde la luna, parloteando gritando vomitando susurrando hechos y memorias y anécdotas y excitaciones del globo ocular y shocks de hospitales y cárceles y guerras, intelectos enteros expulsados en recuerdo de todo por siete días y noches con ojos brillantes, carne para la sinagoga arrojada en el pavimento, que se desvanecieron en la nada Zen Nueva Jersey dejando un rastro de ambiguas postales del Atlantic City Hall, sufriendo sudores orientales y crujidos de huesos tangerinos y migrañas de la china con síndrome de abstinencia en un pobremente amoblado cuarto de Newark, que vagaron por ahí y por ahí a medianoche en los patios de ferrocarriles preguntándose dónde ir, y se iban, sin dejar corazones rotos, que encendieron cigarrillos en furgones furgones furgones haciendo ruido a través de la nieve hacia granjas solitarias en la abuela noche, que estudiaron a Plotino Poe San Juan de la Cruz telepatía bop kabbalah porque el cosmos instintivamente vibraba a sus pies en Kansas, que vagaron solos por las calles de Idaho buscando ángeles indios visionarios que fueran ángeles indios visionarios, que pensaron que tan sólo estaban locos cuando Baltimore refulgió en un éxtasis sobrenatural, que subieron en limosinas con el chino de Oklahoma impulsados por la lluvia de pueblo luz de calle en la medianoche invernal, que vagaron hambrientos y solitarios en Houston en busca de jazz o sexo o sopa, y siguieron al brillante Español para conversar sobre América y la Eternidad, una tarea inútil y así se embarcaron hacia África, que desaparecieron en los volcanes de México dejando atrás nada sino la sombra de jeans y la lava y la ceniza de la poesía esparcida en la chimenea Chicago, que reaparecieron en la costa oeste investigando al F.B.I. con barba y pantalones cortos con grandes ojos pacifistas sensuales en su oscura piel repartiendo incomprensibles panfletos, que se quemaron los brazos con cigarrillos protestando por la neblina narcótica del tabaco del Capitalismo, que distribuyeron panfletos supercomunistas en Union Square sollozando y desnudándose mientras las sirenas de Los Álamos aullaban por ellos y aullaban por la calle Wall, y el ferry de Staten Island también aullaba, que se derrumbaron llorando en gimnasios blancos desnudos y temblando ante la maquinaria de otros esqueletos, que mordieron detectives en el cuello y chillaron con deleite en autos de policías por no cometer más crimen que su propia salvaje pederastia e intoxicación, que aullaron de rodillas en el subterráneo y eran arrastrados por los tejados blandiendo genitales y manuscritos, que se dejaron follar por el culo por santos motociclistas, y gritaban de gozo, que mamaron y fueron mamados por esos serafines humanos, los marinos, caricias de amor Atlántico y Caribeño, que follaron en la mañana en las tardes en rosales y en el pasto de parques públicos y cementerios repartiendo su semen libremente a quien quisiera venir, que hiparon interminablemente tratando de reír pero terminaron con un llanto tras la partición de un baño turco cuando el blanco y desnudo ángel vino para atravesarlos con una espada, que perdieron sus efebos por las tres viejas arpías del destino la arpía tuerta del dólar heterosexual la arpía tuerta que guiña el ojo fuera del vientre y la arpía tuerta que no hace más que sentarse en su culo y cortar las hebras intelectuales doradas del telar del artesano, que copularon extáticos e insaciables con una botella de cerveza un amorcito un paquete de cigarrillos una vela y se cayeron de la cama, y continuaron por el suelo y por el pasillo y terminaron desmayándose en el muro con una visión del coño supremo y eyacularon eludiendo el último hálito de conciencia, que endulzaron los coños de un millón de muchachas estremeciéndose en el crepúsculo, y tenían los ojos rojos en las mañanas pero estaban preparados para endulzar el coño del amanecer, resplandecientes nalgas bajo graneros y desnudos en el lago, que salieron de putas por Colorado en miríadas de autos robados por una noche, N.C. héroe secreto de estos poemas, follador y Adonis de Denver -regocijémonos con el recuerdo de sus innumerables jodiendas de muchachas en solares vacíos y patios traseros de restaurantes, en desvencijados asientos de cines, en cimas de montañas, en cuevas o con demacradas camareras en familiares solitarios levantamientos de enaguas y especialmente secretos solipsismos en baños de gasolineras y también en callejones de la ciudad natal, que se desvanecieron en vastas y sórdidas películas, eran cambiados en sueños, despertaban en un súbito Manhattan y se levantaron en sótanos con resacas de despiadado Tokai y horrores de sueños de hierro de la tercera avenida y se tambalearon hacia las oficinas de desempleo, que caminaron toda la noche con los zapatos llenos de sangre sobre los bancos de nieve en los muelles esperando que una puerta se abriera en el East River hacia una habitación llena de vapor caliente y opio, que crearon grandes dramas suicidas en los farellones de los departamentos del Hudson bajo el foco azul de la luna durante la guerra y sus cabezas serán coronadas de laurel y olvido, que comieron estofado de cordero de la imaginación o digirieron el cangrejo en el lodoso fondo de los ríos de Bowery, que lloraron ante el romance de las calles con sus carritos llenos de cebollas y mala música, que se sentaron sobre cajas respirando en la oscuridad bajo el puente y se levantaron para construir clavicordios en sus áticos, que tosieron en el sexto piso de Harlem coronados de fuego bajo el cielo tubercular rodeados por cajas naranjas de Teología, que escribieron frenéticos toda la noche balanceándose y rodando sobre sublimes encantamientos que en el amarillo amanecer eran estrofas incoherentes, que cocinaron animales podridos pulmón corazón pié cola borsht & tortillas soñando con el puro reino vegetal, que se arrojaron bajo camiones de carne en busca de un huevo, que tiraron sus relojes desde el techo para emitir su voto por una eternidad fuera del tiempo, & cayeron despertadores en sus cabezas cada día por toda la década siguiente, que cortaron sus muñecas tres veces sucesivamente sin éxito, desistieron y fueron forzados a abrir tiendas de antigüedades donde pensaron que estaban envejeciendo y lloraron, que fueron quemados vivos en sus inocentes trajes de franela en Madison Avenue entre explosiones de versos plúmbeos & el enlatado martilleo de los férreos regimientos de la moda & los gritos de nitroglicerina de maricas de la publicidad & el gas mostaza de inteligentes editores siniestros, o fueron atropellados por los taxis ebrios de la realidad absoluta, que saltaron del puente de Brooklyn esto realmente ocurrió y se alejaron desconocidos y olvidados dentro de la fantasmal niebla de los callejones de sopa y carros de bomba del barrio Chino, ni siquiera una cerveza gratis, que cantaron desesperados desde sus ventanas, se cayeron por la ventana del metro, saltaron en el sucio Passaic, se abalanzaron sobre negros, lloraron por toda la calle, bailaron descalzos sobre vasos de vino rotos y discos de fonógrafo destrozados de nostálgico Europeo jazz Alemán de los años 30 se acabaron el whisky y vomitaron gimiendo en el baño sangriento, con lamentos en sus oídos y la explosión de colosales silbatos de vapor, que se lanzaron por las autopistas del pasado viajando hacia la cárcel del gólgota -solitario mirar- autos preparados de cada uno de ellos o Encarnación de Jazz de Birmingham, que condujeron campo traviesa por 72 horas para averiguar si yo había tenido una visión o tú habías tenido una visión o él había tenido una visión para conocer la eternidad, que viajaron a Denver, murieron en Denver, que volvían a Denver; que velaron por Denver y meditaron y andaban solos en Denver y finalmente se fueron lejos para averiguar el tiempo, y ahora Denver extraña a sus héroes, que cayeron de rodillas en desesperanzadas catedrales rezando por la salvación de cada uno y la luz y los pechos, hasta que al alma se le iluminó el cabello por un segundo, que chocaron a través de su mente en la cárcel esperando por imposibles criminales de cabeza dorada y el encanto de la realidad en sus corazones que cantaba dulces blues a Alcatraz, que se retiraron a México a cultivar un hábito o a Rocky Mount hacia el tierno Buda o a Tánger en busca de muchachos o a la Southern Pacific hacia la negra locomotora o de Harvard a Narciso a Woodland hacia la guirnalda de margaritas o a la tumba, que exigieron juicios de cordura acusando a la radio de hipnotismo y fueron abandonados con su locura y sus manos y un jurado indeciso, que tiraron ensalada de papas a los lectores de la CCNY sobre dadaísmo y subsiguientemente se presentan en los escalones de granito del manicomio con las cabezas afeitadas y un arlequinesco discurso de suicidio, exigiendo una lobotomía al instante, y recibieron a cambio el concreto vacío de la insulina Metrazol electricidad hidroterapia psicoterapia terapia ocupacional ping pong y amnesia, que en una protesta sin humor volcaron sólo una simbólica mesa de ping pong, descansando brevemente en catatonia, volviendo años después realmente calvos excepto por una peluca de sangre, y de lágrimas y dedos, a la visible condenación del loco de los barrios de las locas ciudades del Este, los fétidos salones del Pilgrim State Rockland y Greystones, discutiendo con los ecos del alma, balanceándose y rodando en la banca de la soledad de medianoche reinos dolmen del amor, sueño de la vida una pesadilla, cuerpos convertidos en piedra tan pesada como la luna, con la madre finalmente y el último fantástico libro arrojado por la ventana de la habitación, y a la última puerta cerrada a las 4 AM y el último teléfono golpeado contra el muro en protesta y el último cuarto amoblado vaciado hasta la última pieza de mueblería mental, un papel amarillo se irguió torcido en un colgador de alambre en el closet, e incluso eso imaginario, nada sino un esperanzado poco de alucinación- ah, Carl, mientras no estés a salvo yo no voy a estar a salvo, y ahora estás realmente en la total sopa animal del tiempo- y que por lo tanto corrió a través de las heladas calles obsesionado con una súbita inspiración sobre la alquimia del uso de la elipse el catálogo del medidor y el plano vibratorio, que soñaron e hicieron aberturas encarnadas en el tiempo y el espacio a través de imágenes yuxtapuestas y atraparon al Arcángel del alma entre dos imágenes visuales y unieron los verbos elementales y pusieron el nombre y una pieza de conciencia saltando juntos con una sensación de Pater Omnipotens Aeterna Deus para recrear la sintaxis y medida de la pobre prosa humana y pararse frente a tí mudos e inteligentes y temblorosos de vergüenza, rechazados y no obstante confesando el alma para conformarse al ritmo del pensamiento en su desnuda cabeza sin fin, el vagabundo demente y el ángel beat en el tiempo, desconocido, y no obstante escribiendo aquí lo que podría quedar por decir en el tiempo después de la muerte, y se alzaron reencarnando en las fantasmales ropas del jazz en la sombra de cuerno dorado de la banda y soplaron el sufrimiento de la mente desnuda de América por el amor en un llanto de saxofón eli eli lamma lamma sabacthani que estremeció las ciudades hasta la última radio con el absoluto corazón del poema sanguinariamente arrancado de sus cuerpos bueno para alimentarse mil años.
[...]

lunes, octubre 09, 2006

Tormentos [Emile Ciorán]

La soledad es insoportable, a solas conmigo mismo, a solas con mis pensamientos. No sé cómo distraerlos, cómo atontarlos para que no me atormenten. Surge entonces la rabia ante la impotencia, y la agresividad es un pequeño paso que doy en ese estado. Sentirse solo y estar solo no es lo mismo, pero en mi caso, sí, me siento solo aún cuando no estoy solo, pero lo siento mucho más cuando esa soledad es también física. ¿Soy demasiado consciente de la realidad, y los demás viven en un sueño de idiotas del que no quieren despertar (cosa que no les reprocho), o soy yo el estúpido que cree ver demasiado, sin ver nada?. Sea cual sea la respuesta, puedo decir que nunca he pedido estar aquí y aún estando aquí, sólo pienso en cómo salir, sin hacer ruido, sin que se note mi ausencia, como si nunca hubiera estado. Y de esa manera, sentir la ilusión de no haber existido nunca.

viernes, octubre 06, 2006

La muerte [Antonio Machado]

La muerte es algo que no debemos temer porque, mientras somos, la muerte no es y cuando la muerte es, nosotros no somos.

miércoles, octubre 04, 2006

'La enfermedad mortal' [Sören Kierkegaard]

" Igualmente se puede demostrar la eternidad del hombre por la impotencia de la desesperación para destruir al yo, por esa atroz contradicción de la desesperación. Sin eternidad en nosotros mismos, no podríamos desesperar; pero si pudiera destruir al yo, entonces tampoco habría desesperación. Tal es la desesperación, ese mal del yo, la Enfermedad mortal. El desesperado es un enfermo de muerte. Más que en cualquier otro mal, se ataca aquí a la parte más noble del ser; pero el hombre no puede morir por ello. La muerte no es aquí un término interminable del mal, es aquí un término interminable. La muerte misma no puede salvarnos de ese mal, pues aquí el mal con su sufrimiento y... la muerte consisten en no poder morir. Allí se encuentra el estado de desesperación. Y el desesperado podrá esforzase, a no dudar de ello, podrá esforzarse en lograr perder su yo, y esto sobre todo es cierto en la desesperación que se ignora, y en perderlo de tal modo que ni se vean sus trazas: la eternidad, a pesar de todo pondrá a luz la desesperación de su estado y le clavará a su yo: así el suplicio continua siendo siempre no poder desprenderse de sí mismo, y entonces el hombre descubre toda la ilusión que había en su creencia de haberse desprendido de su yo. ¿Y por qué asombrarse de este rigor?, puesto que ese yo, nuestro haber, nuestro ser, es la suprema concesión infinita de la Eternidad al hombre y su garantía. "

miércoles, septiembre 20, 2006

Estudios Filosóficos [Paul Valéry]

En la independencia del alma se disfruta el placer de existir para ver claro. Todo sirve a la conciencia organizada. Todo la separa, todo la hace volver; no se niega a nada. Cuantas más relaciones absorve o sufre, más se compagina consigo misma y más se libera y desliga. Un espíritu enteramente relacionado sería, en ese límite, un espíritu infinitamente libre, ya que la libertad no es en última instancia otra cosa que la utilización de lo posible y que la esencia del espíritu es un deseo de coincidir con su todo.

viernes, septiembre 15, 2006

Morada [Marizel Estonllo]

Comprendí que eras la ausencia El deseo de desearte. Tal vez te nombre en la noche aturdida de verano Cuando la luna llena, definitivamente, me abra su morada. Sueño ser el ángel que conquistó el corazón de un sueño.

miércoles, septiembre 06, 2006

Desintegración [El libro de los Cinco Anillos. Miyamoto Musashi]

La desintegración le llega a todas las cosas. Cuando una casa, una persona, o un adversario se derrumba, se desmorona saliendo del ritmo del tiempo. En el arte de la guerra en sentido amplio, también es esencial encontrar el ritmo de los adversarios a medida que lo pierden, y perseguirlos para que no se abra ninguna brecha. Si dejas pasar los momentos vulnerables, existe la posibilidad de un contraataque. En el arte individual de la guerra, también sucede que un adversario pierda el ritmo en el combate y empiece a derrumbarse. Si no aprovechar esta oportunidad, el adversario se recobrará y empezará a presentarte dificultades. Es esencial seguir con atención cualquier pérdida de posición por parte de tu contrincante, para impedirle que se recupere.

miércoles, agosto 09, 2006

Creación [John Milton]

Cubriendo la faz del mundo, discurría el océano, no ocioso, sino que con su prolífico y cálido humor suavizaba todo el globo. Fermentada la gran madre para concebir, saciada de fecunda humedad, dijo Dios: "¡Reuníos ahora, aguas bajo el cielo, en único lugar y dejad que aparezca la tierra seca!" Inmediatamente emergieron, enormes, las montañas elevaron sus anchas y desnudas espaldas hacia las nubes y sus cimas ascendieron hasta el cielo. Tanto como los prominentes montes se elevaron, se hundió en una profundidad abismal el espacioso lecho de las aguas. Hacia allá se precipitaron alegremente, como las gotas que resbalan sobre lo seco. Encrestándose en su prisa y levantándose como un muro de cristal. Tal fue la huída que la gran orden provocó en las veloces corrientes. Como ejércitos a la llamada de la trompeta (pues de ejércitos se trataba) forman tras su estandarte, así la acuática multitud, ola tras ola, encuentra su camino. Si es pendiente, formando torrenteras; frenándose sobre el llano, Ni roca ni colina las detienen. Ellas, bajo el suelo o a cielo abierto, serpentean y encuentran su camino, y sobre el lodo excavan profundos canales. Dios pidió a la tierra que se secara excepto allí por donde ahora transcurre el húmedo y perpetuo curso de los ríos. Y llamó a lo seco Tierra y Mar al gran recipiente de las aguas congregadas.

lunes, julio 31, 2006

Asimilación [Libro del Tao]

Cuando conocemos que lo bello es bello, también conocemos la fealdad que existe en el mundo. Cuando conocemos que el bien es el bien, entonces conocemos el mal que existe en el mundo. De este modo, la existencia sugiere la no existencia. Lo fácil promueve lo difícil. Lo más corto surge de lo largo por simple comparación. Lo alto y lo bajo se diferencian por el lugar que ocupan. La voz y el tono se armonizan uno a otro. "Después" sigue el recorrido de "antes". Por esto el hombre sabio actúa sin acción y enseña callando. No se queda en la obra cumplida.

martes, julio 25, 2006

Alegoría. Las Flores del Mal [Baudelaire]

Es hermosa mujer, de buena figura, que arrastra en el vino su cabellera. Las garras del amor, los venenos del garito, todo resbala y se embota en su piel de granito. Se ríe de la Muerte y desprecia la Lujuria, y ambas, que todo inmolan a su ferocidad, han respetado siempre en su juego salvaje, de ese cuerpo firme y derecho la ruda majestad. Anda como una diosa y reposa como una sultana; tiene por el placer una fe mahometana, y en sus brazos abiertos que llenan sus senos atrae con la mirada a toda la raza humana. Ella cree, ella sabe, ¡doncella infecunda!, necesaria no obstante a la marcha del mundo, que la belleza del cuerpo es sublime don, que de toda infamia asegura el perdón. Ignora el infierno igual que el purgatorio, y cuando llegue la hora de entrar en la noche negra, mirará de la Muerte el rostro, como un recién nacido, sin odio ni remordimiento.

lunes, julio 17, 2006

Mi amante. De Páramos de Sueño [Ali Chumacero]

Desnuda, mi funesta amante de piel vencida y casta como deshabitada, sacudes sobre el lecho voces y ternuras contrarias a mis manos, y un crepúsculo escucho sobre entre tu cuerpo cuando al caer en tí agonizo en un nacer marchito, sin el duelo comparable al temor de tu agonía. Contigo transparento la caída de un alud o huracán de rosas: suspiros de manzanas en tumulto diciéndome que el hombre está vencido, confuso en amarguras y vacías miradas. En tí respondo al mundo, y en tu cuerpo respiro ese sabor de los sepulcros; una noche no más, y tu mirada persiste, implora y vence entre mis ojos, decidida a una lucha prolongada donde el recuerdo se convierte en esa área languidez del pensamiento, como materia de tus ojos mismos. Lloras a veces arrojando fúnebres aguas de perfume ciego, como si desprendida de una antigua idea vinieras hasta mí, tan clara como un ángel dormido en el espacio, a dejar evidencia, luz y vida; y en tus lágrimas veo surgir tu suave piel como si en ella prolongaras o hicieras más probable tu existencia, derramando el aroma de tu sueño sobre esta soledad de tu desnudo.

viernes, junio 30, 2006

LXVI- Los gatos [Charles Baudelaire]

Los amantes fervientes y los sabios austeros adoran por igual, en su estación madura, al orgullo de casa, la fuerza y la dulzura de los gatos, tal ellos sedentarios, frioleros. Amigos de la ciencia y la sensualidad, al horror de tinieblas y al silencio se guían; los fúnebres corceles del Erebo serían, si pudieran al látigo ceder su majestad. Adoptan cuando sueñan las nobles actitudes de alargadas esfinges, que en vastas latitudes solitarias se duermen en un sueño inmutable; Mágicas chispas yerguen sus espaldas tranquilas, y partículas de oro, como arena agradable, estrellan vagamente sus místicas pupilas.

lunes, junio 19, 2006

Sobre la amistad

Un verdadero amigo es alguien que te conoce tal como eres, comprende dónde has estado, te acompaña en tus logros y tus fracasos, celebra tus alegrías, comparte tu dolor y jamás te juzga por tus errores.

viernes, junio 16, 2006

El malestar en la cultura [Sigmund Freud]

"Habiendo superado la concepción errónea de que el olvido significa la destrucción o aniquilación del resto mnemótico, nos inclinamos a la concepción de que todo se conserva de alguna manera y puede volver a surgir en circunstancias favorables."

miércoles, junio 14, 2006

Orfeo y Eurídice

Por su apostura y sus cualidades intelectuales y artísticas, de Orfeo se enamoraban todas las mujeres mortales y divinas, tratando de conquistarlo y seducirlo para ser su amante o para casarse con él. Pero Orfeo no hacía caso a ninguna mujer hasta que conoció a Eurídice, una ninfa tan hermosa como dulce y sencilla, la única que nunca se ofreció ni se insinuó a Orfeo. Orfeo logró vencer sus pudores de virgen y con permiso de Zeus los prados y los ríos sonrieron al verlos juntos y felices en un éxtasis amoroso que debía ser eterno. Orfeo y Eurídice se amaron como ninguna otra pareja divina o mortal lo había hecho jamás. Se casaron, pero cuando apenas comenzaban su romance ocurrió una horrible tragedia: Cuando paseaba Eurídice por el bosque fue vista por Aristeo, quien trató de hacerla suya. Durante su huída fue mordida mortalmente por una serpiente venenosa. Orfeo casi enloquecio de dolor en el alma decidió ir a buscarla a los infiernos. En él se encontró con Caronte (barquero que lleva las almas donde Hades) y con su canto melodioso lo dejó pasar y se fue sometiendo a las distintas bestias. Compadecidos Hades y Perséfone (Diosa de los infiernos) por su canto decidieron devolverle a su amada con una sola condición: no mirar hacia atras hasta llegar al mundo de los vivos. Pero el destino le tenía preparada una mala jugada al pensar que ya habia salido del mundo de los muertos; quiso mirar a su amada sin haber todavía alcanzado la luz y, con los brazos abiertos y en un angustioso adiós, le dijo hasta pronto desvaneciéndose Eurídice ante sus ojos para siempre. Después trató de encontrar alivio en los bosques, pero los Dioses no podían permitir que un humano conociera los secretos del más allá y enviaron a las Ménades que, locas de pasión, terminaron por despedazarlo, siendo el hasta pronto de Eurídice la transformación en una dulce realidad aun siendo en el reino de las sombras.

lunes, junio 12, 2006

Voltaire

La pasión de dominar es la más terrible de todas las enfermedades del espíritu humano.

jueves, junio 08, 2006

Galileo Galieli

"Nunca he encontrado una persona tan ignorante que no se pueda aprender algo de ella."

lunes, junio 05, 2006

Refranero español

'Con pretexto de amistad, muchos hacen falsedad'

viernes, junio 02, 2006

Cita

'El amor es como Don Quijote: un loco que se vuelve cuerdo cuando va a morir'

miércoles, mayo 31, 2006

'Corazón Coraza' [Mario Benedetti]

Porque te tengo y no porque te pienso porque la noche está de ojos abiertos porque la noche pasa y digo amor porque has venido a recoger tu imagen y eres mejor que todas tus imágenes porque eres linda desde el pie hasta el alma porque eres buena desde el alma a mí porque te escondes dulce en el orgullo pequeña y dulce corazón coraza porque eres mía porque no eres mía porque te miro y muero y peor que muero si no te miro amor si no te miro porque tú siempre existes dondequiera pero existes mejor donde te quiero porque tu boca es sangre y tienes frío tengo que amarte amor tengo que amarte aunque esta herida duela como dos aunque te busque y no te encuentre y aunque la noche pase y yo te tenga y no.

martes, mayo 30, 2006

El Sol [Teodoro Frejtman ]

Saliendo temprano caliento los techos, doy luz a las sombras y al gallo sus ecos. Los niños me ponen en lupas y espejos, y juegan conmigo con fuego y reflejos. De pronto una nube que viene de lejos me esconde de todos y se hace el silencio. No importa, amiguitos, es sólo el intento, de hacerles guiñadas desde el alto cielo.

lunes, mayo 22, 2006

Peregrino [Luis Cernuda]

¿Volver? Vuelva el que tenga, Tras largos años, tras un largo viaje, Cansancio del camino y la codicia De su tierra, su casa, sus amigos, Del amor que al regreso fiel le espere. Mas, ¿tú? ¿Volver? Regresar no piensas, Sino seguir libre adelante, Disponible por siempre, mozo o viejo, Sin hijo que te busque, como a Ulises, Sin Ítaca que aguarde y sin Penélope. Sigue, sigue adelante y no regreses, Fiel hasta el fin del camino y tu vida, No eches de menos un destino más fácil, Tus pies sobre la tierra antes no hollada, Tus ojos frente a lo antes nunca visto.

jueves, mayo 18, 2006

«RUBAIYAT» [Omar Khayyam]

«¿Temes lo que puede traerte el mañana? No te adhieras a nada, no interrogues a los libros ni a tu prójimo. Ten confianza; de otro modo, el infortunio no dejará de justificar tus aprehensiones. No te preocupes por el ayer: ha pasado... No te angusties por el mañana: aún no llega... Vive, pues, sin nostalgia ni esperanza: tu única posesión es el instante.»

miércoles, mayo 17, 2006

Sol y Carne [Arthur Rimbaud]

¡Si volviera el tiempo, el tiempo que fue! Porque el hombre ha terminado, el hombre representó ya todos sus papeles. En el gran día, fatigado de romper los ídolos, resucitará, libre de todos sus dioses, y, como es del cielo, escrutará los cielos. El ideal, el pensamiento invencible, eterno, todo el dios que vive bajo su arcilla carnal se alzará, se alzará, arderá bajo su frente. Y cuando le veas sondear el inmenso horizonte, vencedor de los viejos yugos, libre de todo miedo, te acercarás a darle la santa redención. Espléndida, radiante, del seno de los mares, tú surgirás, derramando sobre el Universo con sonrisa infinita el amor infinito, el mundo vibrará como una inmensa lira bajo el estremecimiento de un beso inmenso... El mundo tiene sed de amor: tú la apaciguarás, ¡oh esplendor de la carne! , ¡oh esplendor ideal ¡Oh renuevo de amor, triunfal aurora en la que doblegando a sus pies los dioses y los héroes, la blanca Calpigia y el pequeño Eros cubiertos con nieve de las rosas las mujeres y las flores su bellos pies cerrados!

martes, mayo 16, 2006

Refranero español

No reformar es torpeza, siempre innovar ligereza.

viernes, abril 28, 2006

Mariposa enamorada

Cuenta la leyenda que una joven mariposa, de cuerpo frágil y sensible volaba cierta tarde jugando con el viento, cuando vio una estrella muy brillante, y se enamoró. Excitadísima, regresó inmediatamente a su casa, loca por contar a su madre que había descubierto lo que era el amor... ¡Qué tontería! fue la fría respuesta que escuchó. Las estrellas no fueron hechas para que las mariposas pudieran volar a su alrededor. Búscate un poste, o una pantalla, y enamórate de algo así, para eso fuimos creadas. Decepcionada, la mariposa decidió simplemente ignorar el comentario de su madre, y se permitió volver a alegrarse con su descubrimiento. ¡Qué maravilla poder soñar pensaba! La noche siguiente la estrella continuaba en el mismo lugar, y ella decidió que subiría hasta el cielo y volaría en torno de aquella luz radiante para demostrarle su amor. Fue muy difícil sobrepasar la altura a la cual estaba acostumbrada, pero consiguió subir algunos metros por encima de su nivel de vuelo normal. Pensó que si cada día progresaba un poquito, terminaría llegando hasta la estrella. Así que se armó de paciencia y comenzó a intentar vencer la distancia que la separaba de su amor. Esperaba con ansiedad la llegada de la noche, y cuando veía los primeros rayos de la estrella, agitaba ansiosamente sus alas en dirección al firmamento. Su madre estaba cada vez más furiosa. Estoy muy decepcionada con mi hija, decía. Todas sus hermanas, primas y sobrinas ya tienen lindas quemaduras en sus alas, provocadas por las lámparas. Sólo el calor de una lámpara es capaz de entusiasmar el corazón de una mariposa: deberías dejar de lado estos sueños inútiles y conseguir un amor posible de alcanzar. La joven mariposa, irritada porque nadie respetaba lo que sentía, decidió irse de la casa. Pero en el fondo, como, por otra parte, siempre sucede, quedó marcada por las palabras de su madre, y consideró que ella tenía razón. Así, durante algún tiempo, intentó olvidar a la estrella y enamorarse de la luz de las pantallas de casas suntuosas, de las luces que mostraban los colores de cuadros magníficos, del fuego de las velas que quemaban en las más bellas catedrales del mundo. Pero su corazón no conseguía olvidar a la estrella, y después de ver que la vida sin su verdadero amor no tenía sentido, resolvió reemprender su itinerario en dirección al cielo. Noche tras noche intentaba volar lo más alto posible, pero cuando la mañana llegaba, estaba con el cuerpo helado y el alma sumergida en la tristeza. Entretanto, a medida que se iba haciendo mayor, pasó a prestar atención a todo cuanto veía a su alrededor. Desde allá arriba podía vislumbrar las ciudades llenas de luces, donde posiblemente sus primas, hermanas y sobrinas ya habrían encontrado un amor. Veía las montañas heladas, los océanos con olas gigantescas, las nubes que cambiaban de forma a cada minuto. La mariposa comenzó a amar cada vez más a su estrella, porque era ella la que la impulsaba a conocer un mundo tan rico y hermoso. Pasó mucho tiempo y un buen día ella decidió volver a su casa. Fue entonces que supo por los vecinos que su madre, sus hermanas, primas y sobrinas, y todas las mariposas que había conocido, habían muerto quemadas en las lámparas y en las llamas de las velas, destruidas por un amor que juzgaban fácil. La mariposa, aun cuando jamás haya conseguido llegar hasta su estrella, vivió muchos años aún, descubriendo cada noche cosas diferentes e interesantes.

miércoles, abril 19, 2006

jueves, marzo 30, 2006

Haiku

La vida llega una mirada nos descubre es ella.

jueves, marzo 23, 2006

RIMA IX [G.A.Becquer]

Besa el aura que gime blandamente las leves ondas que jugando riza; el sol besa a la nube en occidente y de púrpura y oro la matiza; la llama en derredor del tronco ardiente por besar a otra llama se desliza; y hasta el sauce, inclinándose a su peso, al río que le besa, vuelve un beso.

jueves, marzo 16, 2006

'La melancólica muerte de Chico Ostra' [Tim Burton]

Se le declaró en la costa, y en la playa fue la boda. Su larga luna de miel en la isla de Capri fue Para la cena el mesero les puso un solo platillo: un gran caldo de mariscos. La novia pidió un deseo. Y el deseo se realizó. Dio al fin a luz un bebé. Pero éste ¿era humano o no? Bueno, quizá. Tal vez. Diez dedos en pies y manos, y demás órganos sanos. Podía sentir y escuchar. Pero ¿normal? No, ni hablar. Este engendro antinatura, Este cáncer indecente, Era la imagen viviente de toda su desventura. Ella se quejó al doctor: “No es hilo de mi madeja. ¿De donde sacó ese hedor a salmuera, pez y almeja?” “Y ha sido usted afortunada. Yo la semana pasada, trate a una niña con pico y tres orejas. ¿Me explico? Si es mitad ostra su niño, búsquese a otro a quien culpar. -Y añadió con cierto guiño - ¿Se ha puesto a considerar una casita en el mar?” No sabían como llamarlo. A veces le decían Carlo y a veces -con voz perpleja- “eso que parece almeja”. Encogido el corazón, Ninguno en verdad sabía si el chico ostra algún día rompería el caparazón. Los cuatrillizos Montalvo cierta vez se lo toparon. Le espetaron un “¡Bivalvo!” y enseguida se escaparon. Una tarde en que llovía, Carlo se sentó en la calle. Y miró arremolinarse el agua en la alcantarilla Aparcada en la cuneta, conmovida y afligida, su madre daba salida a su congoja secreta. Ya se habían acostado una noche, y ella dijo: “Cariño, huele a pescado y yo creo que es nuestro hijo. Y aunque dicen que una dama debe callarse esas cosas, me parece que le endosas tus problemas en la cama.” El probó cuanta loción pudo hallar en el mercado. Tenía el cuerpo colorado y comezón, comezón. Y de rascar y rascar la piel le empezó a sangrar El doctor, tras una pausa, dijo: “El remedio a su mal podría ser su misma causa. Las ostras, como sabéis, dan gran potencia sexual. Supongo que si os coméis a vuestro niño podréis saciar el ansia carnal. Se acercó muy de puntitas, muy a oscuras y en celada, porque no notara nada quien le daba tantas cuitas. Y en voz muy baja le dijo: “Carlo queridísimo, hijo: no quisiera interferir ni causarte desconsuelo. Pero ¿has pensado en el cielo, o te has querido morir?” Carlo parpadeo al oírlo pero no le dijo nada. Su papi apretó el cuchillo y se aflojó la corbata. Cuando lo levantó en vilo, Carlo le mojó el abrigo. Y en su boca ya la valva, se escurrió por su garganta. En la costa lo enterraron, en la arena, junto al mar. Una oración murmuraron y se fueron a cenar. Una cruz que daba pena marcaba su sepultura y unas letras en la arena prometían vida futura. Pero al subir la marea una ola grande y fea borró sin pena ni gloria para siempre su memoria. De regreso en el hogar, él se le empezó a acercar. Le besó y le dijo: “Bella, hagamos otra faena.” “Pero esta vez –susurró ella- pidamos que sea una nena.”

lunes, marzo 06, 2006

Al triste [Jorge Luis Borges]

Ahí está lo que fue: la terca espada del sajón y su métrica de hierro, los mares y las islas del destierro del hijo de Laertes, la dorada luna del persa y los sin fin jardines de la filosofía y de la historia, el oro sepulcral de la memoria y en la sombra el olor de los jazmines. Y nada de eso importa. El resignado ejercicio del verso no te salva ni las aguas del sueño ni la estrella que en la arrasada noche olvida el alba. Una sola mujer es tu cuidado, igual a las demás, pero que es ella.

domingo, febrero 26, 2006

'A la que es demasiado alegre' [Charles Boudelaire]

Tu cabeza, tu gesto, tu aire Como un bello paisaje, son bellos; Juguetea en tu cara la risa Cual fresco viento en claro cielo. El triste paseante al que rozas Se deslumbra por la lozanía Que brota como un resplandor De tus espaldas y tus brazos. El restallante colorido De que salpicas tus tocados Hace pensar a los poetas En un vivo ballet de flores. Tus locos trajes son emblema De tu espíritu abigarrado; Loca que me has enloquecido, Tanto como te odio te amo. Frecuentemente en el jardín Por donde arrastro mi ironía, Como una ironía he sentido Que el sol desgarraba mi pecho; Y el verdor y la primavera Tanto hirieron mi corazón, Que castigué sobre una flor La osadía de la Naturaleza. Así, yo quisiera una noche, Cuando la hora del placer llega, Trepar sin ruido, como un cobarde, A los tesoros que te adornan, A fin de castigar tu carne, De magullar tu seno absuelto Y abrir a tu atónito flanco Una larga y profunda herida. Y, ¡Vertiginosa dulzura! A través de esos nuevos labios, Más deslumbrantes y más bellos, Mi veneno inocularte, hermana.

jueves, febrero 16, 2006

Testamento de dos que murieron por un hijo, Esencia [Baco] Eurídice Meets Baco

Preferimos la semilla al fruto. Preferimos las uvas al vino. Preferimos la potencia al acto. Preferimos significado a significante. Preferimos nubes a lluvias. Preferimos problemas a soluciones. Preferimos el Padre a El Hijo. Preferimos el alcaloide a la droga. preferimos la intuición a la expresión. Preferimos la pregunta a la respuesta. Preferimos el origen al resultado. Preferimos preferir a aceptar. Y punto.

domingo, febrero 05, 2006

Sol-Naciente [Moacir Sader] Versión Betty Gusman

No hay nada mayor y mejor que amar, algunas veces, mientras tanto, el amor nace en nuestro corazón tan sorprendentemente, que nos asusta, como si fuese fantasmagórico, errado, pecaminoso. Todo amor verdadero es puro, perfecto, santificado. Fue así, desde el día en que te conocí, como se ganase un presente especial del cielo, parece que lo vi a Dios, sonriendo para mí, decir: “Yo estoy trayéndote el mejor presente mío”. Sin esperarlo, por entender no merecedor de tamaña dádiva, mi voz calló, un no en la garganta me dejó mudo, y aún hoy y ahora estoy sin palabras para revelar ese amor raro, y poder ver el brillo aún mayor en su mirar, diciendo también amarme. Asustada igualmente por tanto amor inesperado, Tu se queda en silencio, escondiendo el sentir, que la sonrisa por mi no permite ocultar. E mudos, espantados por amar el amor, estamos inebriados al ver un lindo amor nacer, Sol-naciente en el planeta amor, Resplandeciendo todo la galaxia en todas las dimensiones, silenciosamente.

viernes, enero 27, 2006

'Sueños Semilla' de Cuentos Para Pensar [Jorge Bucay]

En el silencio de mi reflexión percibo todo mi mundo interno como si fuera una semilla, de alguna manera pequeña e insignificante pero también pletórica de potencialidades. ...Y veo en sus entrañas el germen de un árbol magnífico, el árbol de mi propia vida en proceso de desarrollo. En su pequeñez, cada semilla contiene el espíritu del árbol que será después. Cada semilla sabe cómo transformarse en árbol, Cayendo en tierra fértil, absorbiendo los jugos que la alimentan, expandiendo las ramas y el follaje, llenándose de flores y de frutos, para poder dar lo que tienen que dar. Cada semilla sabe cómo llegar a ser árbol. Y tantas son las semillas como son los sueños secretos. Dentro de nosotros, innumerables sueños esperan el tiempo de germinar, echar raíces y darse a luz, morir como semillas... para convertirse en árboles. Árboles magníficos y orgullosos que a su vez nos digan, en su solidez, que oigamos nuestra voz interior, que escuchemos la sabiduría de nuestros sueños semilla. Ellos, los sueños, indican el camino con símbolos y señales de toda clase, en cada hecho, en cada momento, entre las cosas y entre las personas, en los dolores y en los placeres, en los triunfos y en los fracasos. Lo soñado nos enseña, dormidos o despiertos, a vernos, a escucharnos, a darnos cuenta. Nos muestra el rumbo en presentimientos huidizos o en relámpagos de lucidez enceguecedora. Y así crecemos, nos desarrollamos, evolucionamos... Y un día, mientras transitamos este eterno presente que llamamos vida, las semillas de nuestros sueños se transformarán en árboles, y desplegarán sus ramas que, como alas gigantescas, cruzarán el cielo, uniendo en un solo trazo nuestro pasado y nuestro futuro. Nada hay que temer, una sabiduría interior las acompaña, porque cada semilla sabe cómo llegar a ser árbol...

miércoles, enero 18, 2006

Las lágrimas de Kali, la Conjuradora [Chantal Maillard]

Que nadie me mire: Caerá fulminado; Que nadie me requiera. Contestaré con el rayo, Con la espada O el detonador de un alma mortífera. En mi parcela de universo yo soy Siva, Soy Kali, La destructora, No la cólera de Dios, No, Sin cólera sin rencor sin venganza, Sin justicia, Soy la gran destructora Cuya furia no se aplaca, Mi mundo, El que yo he creado, Desaparece entre las llamas Que brotan de mis pies. Danzo descalza sobre mis enemigos, No pronuncieis mi nombre! La voz se os quebraría en la boca Y escupiríais diamantes Como si fuesen volcan vuestras entrañas. Que nada se mueva: todo lo que se agite se disolverá en su propio aleteo. No es justicia No es némesis, Es la pura soledad Q se asume así misma Y se quiere y respeta La voluntad de ser, De ser una, Una sóla, De ser única. Yo soy Kali, La destructora, La oscura, La del collar de calaveras, La bebedora de sangre, La solitaria. La fuerza del universo Es el sonido de mis armas Y no hay perdón ni hay Remordimiento Porque no hay ofensa ni ofendido, Ni culpa ni culpable, Hay tan sólo un mundo acumulado bajo las plantas de mis pies, Y no lamento el final desgraciado de algunos, ni el argumento que fue felizmente resuelto, no lamento el final de todas las historias pues yo soy el principio y el fin de todas ellas. Yo soy Kali La oscura, La terrible, La bella, La que construye el tiempo contando sus víctimas... He declarado la guerra a todos mis enemigos Me he declarado la guerra a mí misma. He declarado la guerra al mí. Alejaos Temedme... Por ahora sois aún los objetos del mí. Sois el otro que me habita, me recorre Y dice: “Éste es el pabellón de las delicias” “Éste es el palacio del terror” Todos sois ejercitos y lugares, Sois el que acude a vosotros Para odiaros o para desearos. Cuando termine esta guerra -Si alguna vez termina- podremos conversar y tal vez amarnos, podremos jugar a aquel juego que consiste en abrir distancias y volver a cerrarlas sabiendo que no existe ni el cerrar ni el abrir ni ninguna distancia. Sólo lo imposible me enamora Le declaro la guerra a lo imposible! Decreto la desorganización de las jerarquías, La decadencia de la verticalidad. Absuelvo la superficie Pagaré por ello la desaparición Del vértigo Y el temblor de la espera. Sea. Hasta que crezca el horizonte. Para proteger su crecimiento. Sea. Tal vez después el vértigo sea constante. Tal vez el temblor arranque del presente. Sé lo intensa q es la vida dentro de las cosas. En superficie, todas! Declaro la guerra a lo posible y a lo imposible! Declaro la guerra a la voluntad de logro! Mi voluntad sin objeto Estalla como el trueno Y arrastra en pos de sí Los tiempos venideros y el pasado como un eco Las montañas me reciben Con esa tenebrosa densidad que prepara las tormentas A mi paso se inclinan las bestias y las hierbas Y no hay lugar donde pueda resguardarse Un corazón sensible O tierno o malherido A la des-esperación sucede el trueno. No espero: actúo. La tierra es el espacio del combate, Mis pisadas levantan el polvo como una manada de búfalos en estampida. No hay objeto para mi acción No construyo para un futuro. Soy la q dice No Y en la soledad se consagra como fuerza infinita, Al fin reabsorbida, Al fin Libre. Yo soy Kali, La oscura, La del collar de calaveras, La que nunca duerme, La despiadada, La guerrera, La amante destructora Cuyo pie se apoya en la Posibilidad de sí misma. La Posibilidad siempre igual a sí misma. He trocado la cuerda del ahorcado Por el collar de calaveras Y frente a cualquier tú expreso La libertad primera: Ningun deseo Ningún lamento Ocupará el lugar en el que pueda surgir la ira, O la fuerza, O la calma, Las formas del Poder que se alimenta de la gran Soledad. Yo soy la que no es, La Sola, La que arranca de sí misma, Aquella que aprendió a cortar una lágrima con el filo de su espada sin que en su acero permanezca un rastro de humedad. Soy la que nunca más derramará una lágrima Porque nada posee salvo Su propia fuerza. Héme aquí raiz, Savia de impulsos ascendentes, Madre aún, Posible siempre, Anticipada gestación de un porvenir intruso, Intrusa de un presente Que desestima el valor de nacer A sí mismo de nuevo. Héme aquí clavando mis ojos De savia encarcelada En los troncos vacíos de árboles muertos, Héme aquí creyendo, Queriendo creer En la impostura de las ruinas, En el candor del desastre, El valor de lo opaco… Héme aquí, Héme aquí, He aquí que me atrevo a creer en las ruinas.

¡Me atrevo a creer en las ruinas!

lunes, enero 16, 2006

IV [Eduardo Galeano]

4 La naturaleza está fuera de nosotros En sus 10 mandamientos, Dios olvidó mencionar a la naturaleza. Entre las órdenes que nos envió desde el monte Sinaí, el Señor hubiera podido agregar, pongamos por caso: "Honrarás a la naturaleza de la que formas parte". Pero no se le ocurrió. Hace cinco siglos, cuando América fue apresada por el mercado mundial, la civilización invasora confundió a la ecología con la idolatría. La comunión con la naturaleza era pecado. Y merecía castigo. Según las crónicas de la Conquista., los indios nómadas que usaban cortezas para vestirse jamás desollaban el tronco entero, para no aniquilar el árbol, y los indios sedentarios plantaban cultivos diversos y con períodos de descanso, para no cansar a la tierra. La civilización que venía a imponer los devastadores monocultivos de exportación no podía entender a las culturas integradas a la naturaleza, y las confundió con la vocación demoníaca o la ignorancia. Para la civilización que dice ser occidental y cristiana, la naturaleza era una bestia feroz que había que domar y castigar para que funcionara como una máquina, puesta a nuestro servicio desde siempre y para siempre. La naturaleza, que era eterna, nos debía esclavitud. Muy recientemente nos hemos enterado de que la naturaleza se cansa, como nosotros, sus hijos, y hemos sabido que, como nosotros, puede morir asesinada. Ya no se habla de someter a la naturaleza, ahora hasta sus verdugos dicen que hay que protegerla. Pero en uno u otro caso, naturaleza sometida y naturaleza protegida, ella está fuera de nosotros. La civilización que confunde a los relojes con el tiempo, al crecimiento con el desarrollo y a lo grandote con la grandeza, también confunde a la naturaleza con el paisaje, mientras el mundo, laberinto sin centro, se dedica a romper su propio cielo.

jueves, enero 12, 2006

III [Eduardo Galeano]

3 Entre el capital y el trabajo, la ecología es neutral Se podrá decir cualquier cosa de Al Capone, pero él era un caballero: el bueno de Al siempre enviaba flores a los velorios de sus víctimas... Las empresas gigantes de la industria química, petrolera y automovilística pagaron buena parte de los gastos de la Eco 92. La conferencia internacional que en Río de Janeiro se ocupó de la agonía del planeta. Y esa conferencia, llamada Cumbre de la Tierra, no condenó a las transnacionales que producen contaminación y viven de ella, y ni siquiera pronunció una palabra contra la ilimitada libertad de comercio que hace posible la venta de veneno. En el gran baile de máscaras del fin de milenio, hasta la industria química se viste de verde. La angustia ecológica perturba el sueño de los mayores laboratorios del mundo, que para ayudar a la naturaleza están inventando nuevos cultivos biotecnológicos. Pero estos desvelos científicos no se proponen encontrar plantas más resistentes a las plagas sin ayuda química, sino que buscan nuevas plantas capaces de resistir los plaguicidas y herbicidas que esos mismos laboratorios producen. De las 10 empresas productoras de semillas más grandes del mundo, seis fabrican pesticidas (Sandoz, Ciba-Geigy, Dekalb, Pfiezer, Upjohn, Shell, ICI). La industria química no tiene tendencias masoquistas. La recuperación del planeta o lo que nos quede de él implica la denuncia de la impunidad del dinero y la libertad humana.La ecología neutral, que más bien se parece a la jardinería, se hace cómplice de la injusticia de un mundo donde la comida sana, el agua limpia, el aire puro y el silencio no son derechos de todos sino privilegios de los pocos que puedenpagarlos. Chico Mendes, obrero del caucho, cayó asesinado a fines del 1988,en la Amazonía brasileña, por creer lo que creía: que la militancia ecológica no puede divorciarse de la lucha social. Chico creía que la floresta amazónica no será salvada mientras no se haga la reforma agraria en Brasil. Cinco años después del crimen, los obispos brasileños denunciaron que más de 100 trabajadores rurales mueren asesinados cada año en la lucha por la tierra, y calcularon que cuatro millones de campesinos sin trabajo van a las ciudades desde las plantaciones del interior.Adaptando las cifras de cada país, la declaración de los obispos retrata a toda América Latina. Las grandes ciudades latinoamericanas, hinchadas a reventar por la incesante invasión de exiliados delcampo, son una catástrofe ecológica: una catástrofe que no se puede entender ni cambiar dentro de los límites de la ecología, sorda ante el clamor social y ciega ante el compromiso político.

miércoles, enero 11, 2006

II [Eduardo Galeano]

2 Es verde lo que se pinta de verde Ahora, los gigantes de la industria química hace su publicidad en color verde, y el Banco Mundial lava su imagen repitiendo la palabra ecología en cada página de sus informes y tiñendo de verde sus préstamos. "En las condiciones de nuestros préstamos hay normas ambientales estrictas", aclara el presidente de la suprema banquería del mundo. Somos todos ecologistas, hasta que alguna medida concreta limita la libertad de contaminación. Cuando se aprobó en el Parlamento del Uruguay una tímida ley de defensa del medio ambiente, las empresas que echan veneno al aire y pudren las aguas se sacaron súbitamente la recién comprada careta verde y gritaron su verdad en términos que podrían ser resumidos así: "los defensores de la naturaleza son abogados de la pobreza, dedicados a sabotear el desarrollo económico y a espantar la inversión extranjera". El Banco Mundial, en cambio, es el principal promotor de la riqueza, el desarrollo y la inversión extranjera. Quizás por reunir tantas virtudes, el Banco manejará, junto a la ONU, el recién creado Fondo para el Medio Ambiente Mundial. Este impuesto a la mala conciencia dispondrá de poco dinero, 100 veces menos de lo que habían pedido los ecologistas, para financiar proyectos que no destruyan la naturaleza. Intención irreprochable, conclusión inevitable: si esos proyectos requieren un fondo especial, el Banco Mundial está admitiendo, de hecho, que todos sus demás proyectos hacen un flaco favor al medio ambiente. El Banco se llama Mundial, como el Fondo Monetario se llama Internacional, pero estos hermanos gemelos viven, cobran y deciden en Washington. Quien paga, manda, y la numerosa tecnocracia jamás escupe el plato donde come. Siendo, como es, el principal acreedor del llamado Tercer Mundo, el Banco Mundial gobierna a nuestros países cautivos que por servicio de deuda pagan a sus acreedores externos 250 mil dólares por minuto, y les impone su política económica en función del dinero que concede o promete. La divinización del mercado, que compra cada vez menos y paga cada vez peor, permite atiborrar de mágicas chucherías a las grandes ciudades del sur del mundo, drogadas por la religión del consumo, mientras los campos se agotan, se pudren las aguas que los alimentan y una costra seca cubre los desiertos que antes fueron bosques.

jueves, enero 05, 2006

'4 Frases que hacen crecer la nariz de Pinocho' I [Eduardo Galeano]

I. Somos todos culpables de la ruina del planeta:

La salud del mundo está hecha un asco. 'Somos todos responsables', claman las voces de la alarma universal, y la generalización absuelve: si somos todos responsables, nadie lo es. Como conejos se reproducen los nuevos tecnócratas del medio ambiente. Es la tasa de natalidad más alta del mundo: los expertos generan expertos y más expertos que se ocupan de envolver el tema en el papel celofán de la ambigüedad. Ellos fabrican el brumoso lenguaje de las exhortaciones al 'sacrificio de todos' en las declaraciones de los gobiernos y en los solemnes acuerdos internacionales que nadie cumple. Estas cataratas de palabras -inundación que amenaza convertirse en una catástrofe ecológica comparable al agujero del ozono- no se desencadenan gratuitamente. El lenguaje oficial ahoga la realidad para otorgar impunidad a la sociedad de consumo, a quienes la imponen por modelo en nombre del desarrollo y a las grandes empresas que le sacan el jugo. Pero las estadísticas confiesan. Los datos ocultos bajo el palabrerío revelan que el 20 por ciento de la humanidad comete el 80 por ciento de las agresiones contra la naturaleza, crimen que los asesinos llaman suicidio y es la humanidad entera quien paga las consecuencias de la degradación de la tierra, la intoxicación del aire, el envenenamiento del agua, el enloquecimiento del clima y la dilapidación de los recursos naturales no renovables. La señora Harlem Bruntland, quien encabeza el gobierno de Noruega, comprobó recientemente que si los 7 mil millones de pobladores del planeta consumieran lo mismo que los países desarrollados de Occidente, "harían falta 10 planetas como el nuestro para satisfacer todas sus necesidades". Una experiencia imposible. Pero los gobernantes de los países del Sur que prometen el ingreso al Primer Mundo, mágico pasaporte que nos hará a todos ricos y felices, no sólo deberían ser procesados por estafa. No sólo nos están tomando el pelo, no: además, esos gobernantes están cometiendo el delito de apología del crimen. Porque este sistema de vida que se ofrece como paraíso, fundado en la explotación del prójimo y en la aniquilación de la naturaleza, es el que nos está enfermando el cuerpo, nos está envenenando el alma y nos está dejando sin mundo.