Las palabras son sólo piedras puestas atravesando la corriente de un río. Si están allí es para que podamos llegar al otro margen, el otro margen es lo que importa.
-Dios, ¿quién eres tú? ¿por qué callas ante las locuras de algunos religiosos y no calmas el mar de dudas de los escépticos? ¿por qué disfrazas tus movimientos de leyes de física y escondes tu firma en los acontecimientos que ocurren por casualidad?¡Tu silencio me inquieta!