miércoles, diciembre 10, 2008

Los hombres que no amaban a las mujeres [Stieg Larsson]

Seguía teniendo suficientes amigos en la profesión que comprenderían que había sido víctima de las circunstancias y de la mala suerte, pero a partir de ahora no podía permitirse ni el más mínimo error. Lo que más le dolía, no obstante, era la humillación. Tenía todas las de ganar, pero, aun así, perdió contra un gánster de medio pelo con traje de Armani. Un maldito y canalla especulador bursátil. Un yuppie con un abogado famoso que se había pasado todo el juicio con una burlona sonrisa en los labios. ¿Cómo diablos podían haberle salido tan mal las cosas?

jueves, noviembre 06, 2008

Sobre la esencia del sabio [Johhan Gottlieb Fichte]

El sabio es aquel que recoge, guarda en sí y porta el espíritu esencial de su tiempo, quien carga con el peso de su mundo y quien, una vez que lo ha recogido y custodiado, puede darle una expresión, manifestarlo, configurando las azarosas circunstancias exteriores.

jueves, septiembre 18, 2008

El undécimo mandamiento. La inmortalidad. Milan Kundera.

"Dime la verdad", dice el periodista y nosotros naturalmente podemos preguntar cuál es el contenido de la palabra verdad para aquel que administra la institución del undécimo mandamiento. Para que no haya confusiones, subrayamos que no se trata de la verdad divina por la que murió en la hoguera Jan Hus, ni de la verdad de la ciencia y el libre pensamiento, por la que quemaron a Giordano Bruno. La verdad que corresponde al undécimo mandamiento no se refiere ni a la fe ni al pensamiento, es una verdad de la planta baja de la ontología, la verdad puramente positivista de los hechos:
qué hizo ayer C; qué es lo que de verdad piensa en lo más profundo de su alma; de qué habla cuando se reúne con B; y ¿mantiene relaciones íntimas con B?
No obstante, aunque esté en la planta baja de la ontología, es la verdad de nuestra época y tiene la misma fuerza explosiva que en otros tiempos tuvieron la verdad de Hus o la de Giordano Bruno. "¿Ha tenido relaciones íntimas con B?", pregunta el periodista. C miente y dice que no conoce a B. Pero el periodista sonríe en silencio porque un fotógrafo de su periodico hace ya tiempo que fotografió secretamente a B, desnuda, en brazos de C y sólo de él depende cuándo será público el escándalo, incluidas las frases del mentiroso C cuando afirma con cobardía y descaro que no conoce a B.

lunes, septiembre 15, 2008

José Luis Borges. Ficciones. El instante.

¿Dónde estarán los siglos, dónde el sueño
de espadas que los tártaros soñaron,
dónde los fuertes muros que allanaron,
dónde el Árbol de Adán y el otro Leño?
El presente está solo. La memoria
erige el tiempo. Sucesión y engaño
es la rutina del reloj. El año
no es menos vano que la vana historia.
Entre el alba y la noche hay un abismo
de agonías, de luces, de cuidados;
el rostro que se mira en los gastados
espejos de la noche no es el mismo.
El hoy fugaz es tenue y es eterno;
otro Cielo no esperes, ni otro Infierno.

jueves, septiembre 11, 2008

El rizo robado [Alexander Pope]

Un constante Vapor sobre el palacio flota;
Extraños fantasmas se alzan entre las brumas;
Terribles, como sueños de eremitas en cuevas encantadas,
Claros como visiones de doncellas que expiran.
Ahora enemigos fieros, serpientes en torcidas espirales,
Espectros demacrados, tumbas abiertas y purpúreas llamas:
Ahora lagos de oro líquido, escenas elíseas,
Cúpulas de cristal y ángeles dentro de máquinas.

Inmensas multitudes se ven por todas partes, De cuerpos transformados en cóleras diversas. Aquí teteras vivas con un brazo extendido, El otro recogido; el asa éste y aquél el pitorro: Allí un puchero avanza, cual trípode de Homero; Aquí supira un jarro, y allá una urraca habla; Los hombres paren hijos, en portentosa hazaña, Y las jóvenes, convertidas en botellas, piden a gritos un corcho.

domingo, agosto 31, 2008

La insoportable levedad del ser. Milan Kundera.

"Einmal ist keinmal" "Lo que sólo ocurre una vez es como si no ocurriera nunca" Si el hombre sólo puede vivir una vida es como si no viviera en absoluto.
Si cada uno de los instantes de nuestra vida se va a repetir infinitas veces, estamos clavados a la eternidad como Jesucristo a la Cruz. La imagen es terrible. En el mundo del eterno retorno descansa sobre cada gesto el peso de una insoportable responsabilidad. Ése es el motivo por el cual Nietzsche llamó a la idea del eterno retorno la carga más pesada (das schwerste Gewicht). Pero si el eterno retorno es la carga más pesada, entonces nuestras vidas pueden aparecer, sobre ese telón de fondo, en toda su maravillosa levedad.

miércoles, agosto 27, 2008

A la niña del mar... [Federico García Lorca. Poeta en Nueva York. Ciudad sin sueño]

No duerme nadie por el cielo. Nadie, nadie. No duerme nadie. Las criaturas de la luna huelen y rondan sus cabañas. Vendrán las iguanas vivas a morder a los hombres que no sueñan y el que huye con el corazón roto encontrará por las esquinas al increíble cocodrilo quieto bajo la tierna protesta de los astros. No duerme nadie por el mundo. Nadie, nadie. No duerme nadie. Hay un muerto en el cementerio más lejano que se queja tres años porque tiene un paisaje seco en la rodilla; y el niño que enterraron esta mañana lloraba tanto que hubo necesidad de llamar a los perros para que callase. No es sueño la vida. ¡Alerta! ¡Alerta! ¡Alerta! Nos caemos por las escaleras para comer la tierra húmeda o subimos al filo de la nieve con el coro de las dalias muertas. Pero no hay olvido, ni sueño: carne viva. Los besos atan las bocas en una maraña de venas recientes y al que le duele su dolor le dolerá sin descanso y al que teme la muerte la llevará sobre sus hombros. Un día los caballos vivirán en las tabernas y las hormigas furiosas atacarán los cielos amarillos que se refugian en los ojos de las vacas. Otro día veremos la resurrección de las mariposas disecadas y aún andando por un paisaje de esponjas grises y barcos mudos veremos brillar nuestro anillo y manar rosas de nuestra lengua. ¡Alerta! ¡Alerta! ¡Alerta! A los que guardan todavía huellas de zarpa y aguacero, a aquel muchacho que llora porque no sabe la invención del puente o a aquel muerto que ya no tiene más que la cabeza y un zapato, hay que llevarlos al muro donde iguanas y sierpes esperan, donde espera la dentadura del oso, donde espera la mano momificada del niño y la piel del camello se eriza con un violento escalofrío azul. No duerme nadie por el cielo. Nadie, nadie. No duerme nadie. Pero si alguien cierra los ojos, ¡azotadlo, hijos míos, azotadlo! Haya un panorama de ojos abiertos y amargas llagas encendidas. No duerme nadie por el mundo. Nadie, nadie. Ya lo he dicho. No duerme nadie. Pero si alguien tiene por la noche exceso de musgo en las sienes, abrid los escotillones para que vea bajo la luna las copas falsas, el veneno y la calavera de los teatros.

viernes, agosto 08, 2008

'La loca del nomeolvides' [Milan Kundera. La inmortalidad]

Cuando el asalto de la fealdad se vuelva completamente insorportable, compraré en la floristería un nomeolvides, un único nomeolvides, ese delgado tallo con una florecita azul en miniatura, saldré con él a la calle y lo sostendré delante de la cara con la vista fija en él para no ver más que ese único hermoso punto azul, para verlo como lo último que quiero conservar para mí y para mis ojos de un mundo al que he dejado de querer. Iré así por las calles de París, la gente comenzará pronto a conocerme, los niños irán corriendo tras de mí, se reirán de mí, me tirarán cosas y todo París me llamará: la loca del nomeolvides...

jueves, marzo 13, 2008

Tractatus Logico-Philosophicus [Ludwig Wittgenstein]

El mundo es la totalidad de los hechos, no de las cosas.
Pero sin las cosas, no hay hechos, porque una cosa somos nosotros y otra cosa es lo otro, y sin esa diferencia no habria nada para justificar la concepción de si mismo y menos declarar un punto de muerte y retorno.

miércoles, febrero 20, 2008

Ética a Nicómaco [Aristóteles]

[...] En toda cantidad continua y divisible puede distinguirse lo más, lo menos y lo igual, y esto en la cosa misma o bien con relación a nosotros. Pues bien, lo igual es un medio entre el exceso y el defecto. Llamo término medio de una cosa a lo que dista igualmente de uno y otro de los extremos, lo cual es uno y lo mismo para todos. Mas con respecto a nosotros el medio es lo que no es excesivo ni defectuoso, pero esto ya no es uno ni lo mismo para todos. Por ejemplo: sí diez es mucho y dos poco, tomamos seis como término medio en la cosa, puesto que por igual excede y es excedido, y es el término medio según la proporción aritmética. Para nosotros, en cambio, ya no puede tomarse así. Si para alguien es mucho comer por valor de diez minas y poco por valor de dos, no por esto el maestro de gimnasia prescribirá una comida de seis minas, pues también esto podría ser mucho o poco para quien hubiera de tomarla: poco para Milón, y mucho para quien empiece los ejercicios gimnásticos. Y lo mismo en la carrera y en la lucha. Así, todo conocedor rehuye el exceso y el defecto, buscando y prefiriendo el término medio, pero el término medio no de la cosa, sino para nosotros.
[...] Hay que añadir aún que de muchas maneras puede uno errar, pues el mal, como se lo representaban los pitagóricos, pertenece a lo infinito, y el bien a lo finito, y de una sola manera es el acierto. Por lo cual lo uno es fácil, lo otro difícil: fácil el fallar la mira, difícil el dar en ella. Y por esto, en fin, es propio del vicio el exceso y el defecto, y de la virtud la posición intermedia:
"Los buenos lo son de un modo único, y de todos modos los malos."