martes, mayo 31, 2005
Tristeza [Eurídice]
-¿Qué le pasa a la niña que está triste?
-Tristeza es lo que tiene. El corazón le cabe en un puño y la vida se le apaga como se apaga un cigarro, lentamente, en la agonía del pasar del tiempo. Dice que no quiere sonreir porque la energía se le escapa cuando está con él...
-¿Y qué más te cuenta la niña?
-Sólo que... que quiere volver a sonreir...
lunes, mayo 30, 2005
viernes, mayo 27, 2005
Poema XII [Pablo Neruda]
Para mi corazón basta tu pecho,
para tu libertad bastan mis alas.
Desde mi boca llegará hasta el cielo
lo que estaba dormido sobre tu alma.
Es en tí la ilusión de cada día.
Llegas como el rocío a las corolas.
Socavas el horizonte con tu ausencia.
Eternamente en fuga como la ola.
He dicho que cantabas en el viento
como los pinos y como los mástiles.
Como ellos eres alta y taciturna.
Y entristeces de pronto, como un viaje.
Acogedora como un viejo camino.
Te pueblan ecos y voces nostálgicas.
yo desperté y a veces emigran y huyen
pájaros que dormían en tu alma.
jueves, mayo 26, 2005
miércoles, mayo 25, 2005
El Tiempo [Gracias, Afri]
Nos convencemos a nosotros mismos de que la vida será mejor después de terminar la carrera, después de conseguir trabajo, después de casarnos, después de tener un hijo y, entonces, después de tener otro.
Luego nos sentimos frustrados porque nuestros hijos no son lo suficientemente grandes, y pensamos que seremos más felices cuando crezcan y dejen de ser niños.
Después nos desesperamos porque son adolescentes, difíciles de tratar. Pensamos: seremos más felices cuando salgan de esa etapa.
Luego decidimos que nuestra vida será completa cuando a nuestro esposo o esposa le vaya mejor, cuando tengamos un mejor coche, cuando nos podamos ir de vacaciones, cuando consigamos el ascenso, cuando nos retiremos.
La verdad es que no hay mejor momento para ser feliz que AHORA MISMO. Pues, si no es ahora, ¿cuándo?
La vida siempre estará llena de luegos, de retos. Es mejor admitirlo y decidir ser felices ahora de todas formas. No hay un luego, ni un camino para la felicidad.
La felicidad es el camino y es AHORA.
Atesora cada momento que vives, y atesóralo más porque lo compartiste con alguien especial; tan especial que lo llevas en tu corazón. Y recuerda que:
El tiempo no espera a nadie.
Así que deja de esperar hasta que termines la Universidad, hasta que te enamores, hasta que encuentres trabajo, hasta que te cases, hasta que tengas hijos, hasta que se vayan de casa, hasta que te divorcies, hasta que pierdas esos diez kilos, hasta el viernes por la noche o hasta el domingo por la mañana; hasta la primavera, el verano, el otoño o el invierno, o hasta que te mueras, para decidir que no hay mejor momento que este momento para ser feliz.
LA FELICIDAD ES UN TRAYECTO
NO UN DESTINO
Trabaja como si no necesitaras dinero,
Ama como si nunca te hubieran herido,
Baila como si nadie te estuviera viendo.
martes, mayo 24, 2005
Digo que No Puede Decirse el Amor [Jaime Sabines]
Digo que no puede decirse el amor.
El amor se come como un pan,
se muerde como un labio,
se bebe como un manantial.
El amor se llora como a un muerto,
se goza como un disfraz.
El amor duele como un callo,
aturde como un panal,
y es sabroso como la uva de cera
y como la vida es mortal.
El amor no se dice con nada,
ni con palabras ni con callar.
Trata de decirlo el aire
y lo está ensayando el mar.
Pero el amante lo tiene prendido,
untado en la sangre lunar,
y el amor es igual que una brasa
y una espiga de sal.
La mano de un manco lo puede tocar,
la lengua de un mudo, los ojos de un ciego,
decir y mirar.
El amor no tiene remedio
y sólo quiere jugar.
lunes, mayo 23, 2005
El Café de Chinitas [Federico García Lorca]
En el café de Chinitas
dijo a Paquiro un hermano:
"Soy más valiente que tú
más torero y mas gitano."
En el café de Chinitas
dijo a Paquiro un Frascuelo:
"Soy más valiente que tú
más gitano y mas torero."
Sacó Paquiro el reló
y dijo de esta manera:
"Este toro ha de morir
antes de las cuatro y media."
Al dar las cuatro en la calle
se salieron del café
y era Paquiro en la calle
un torero de cartel.
sábado, mayo 21, 2005
Veinte Poemas de Amor [Pablo Neruda]
Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Escribir, por ejemplo : 'La noche está estrellada,
y tiritan, azules, los astros, a lo lejos'.
El viento de la noche gira en el cielo y canta.
Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Yo la quise, y a veces ella también me quiso.
En las noches como ésta la tuve entre mis brazos.
La besé tantas veces bajo el cielo infinito.
Ella me quiso, a veces yo también la quería.
Cómo no haber amado sus grandes ojos fijos.
Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Pensar que no la tengo. Sentir que la he perdido.
Oir la noche immensa, más inmensa sin ella.
Y el verso cae al alma como al pasto el rocío.
Qué importa que mi amor no pudiera guardarla.
La noche está estrellada y ella no está conmigo.
Eso es todo. A lo lejos alguien canta. A lo lejos.
Mi alma no se contenta con haberla perdido.
Como para acercarla mi mirada la busca.
Mi corazón la busca, y ella no está conmigo.
La misma noche que hace blanquear los mismos arboles.
Nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos.
Ya no la quiero, es cierto, pero cuánto la quise.
Mi voz buscaba el viento para tocar su oído.
De otro. Será de otro. Como antes de mis besos.
Su voz, su cuerpo claro. Sus ojos infinitos.
Ya no la quiero, es cierto, pero tal vez la quiero.
Es tan corto al amor, y es tan largo el olvido.
Porque en noches como ésta la tuve entre mis brazos,
mi alma no se contenta con haberla perdido.
Aunque ésta sea el último dolor que ella me causa,
y éstos sean los últimos versos que yo le escribo.
viernes, mayo 20, 2005
Poema IV [Pablo Neruda]
Eras la boina gris y el corazón en calma.
En tus ojos peleaban las llamas del crepúsculo.
Y las hojas caían en el agua de tu alma.
Apegada a mis brazos como una enredadera,
las hojas recogían tu voz lenta y en calma.
Hoguera de estupor en que mi sed ardía.
Dulce jacinto azul torcido sobre mi alma.
Siento viajar tus ojos y es distante el otoño:
boina gris, voz de pájaro y corazón de casa
hacia donde emigraban mis profundos anhelos
y caían mis besos alegres como brasas.
Cielo desde un navío. Campo desde los cerros.
Tu recuerdo es de luz, de humo, de estanque en calma!
Más allá de tus ojos ardían los crepúsculos.
Hojas secas de otoño giraban tu alma.
miércoles, mayo 18, 2005
Echo de menos ser una Sirena [Eurídice]
Porque echo de menos ser una sirena
pienso que la vida no me trata bien.
Porque echo de menos ser una sirena
el caminar se me hace eterno.
Porque echo de menos ser una sirena
obtengo pseudo~respuestas.
Porque echo de menos ser una sirena
mis preguntas no tienen solución.
Porque echo de menos ser una sirena
la tierra es algo espeso que sólo sirve para enterrar.
Porque echo de menos ser una sirena
mi camino sólo me lleva al Mar.
martes, mayo 17, 2005
lunes, mayo 16, 2005
Ella que pasa [Mario Benedetti]
Ella que pasa <--- Pincha y Oirás
Paso que pasa
rostro que pasabas
qué más quieres
te miro
después me olvidaré
después y sólo
solo y después
seguro que me olvido.
Paso que pasas
rostro que pasabas
qué más quieres
te quiero
te quiero sólo dos
o tres minutos
para quererte más
no tengo tiempo.
Paso que pasas
rostro que pasabas
que más quieres
ay no
ay no me tientes
que si nos tentamos
no nos podremos olvidar
adiós.
jueves, mayo 12, 2005
viernes, mayo 06, 2005
Un día de Aquellos [Eurídice]
Portando un saco de huesos camino sin cesar por el Paseo de la Sabiduría; intercambio huesos por estrellas y estrellas por vacas y vacas por toros y toros por gallinas y gallinas por huevos. Así, puedo comer algo decente. Un día, un día lejano lejano, me quedé con una estrella por saber qué era eso de tener una estrella. Reconozco que al principio me gustó, pero después sólo me daba problemas. Ella no paraba de decir "Púleme esta esquina. ¡No! mejor la otra..." y así noche y día, hasta que una noche me cansé y se la ofrecí a Luna [matrona de estrellas]. Luna estaba feliz con mi ofrenda ¡ya era mamá! había adoptado a su primera estrella. Y como no tenía nombre [nunca pensé que fuese necesario] ella le llamó Lucero [era estrella macho].
jueves, mayo 05, 2005
El niño Carlitos [Eurídice]
Entre nubes de colores andaba Carlitos saltando, cuando una de ellas le habló. Le dijo que tenía que bajarse, que ya estaba cansada de tanto aguantar el peso de la corporalidad. Contaba que ya era mayor y tenía muchos achaques. Carlitos se decepcionó porque pensaba que las nubes aguantaban todo eso y más ¡si hasta soportaban el peso del arcoiris! Entonces, cuando estaba a punto de bajar sobre el color azul, una voz le susurró:
-No le hagas caso, es la nube negra. Es la nube más triste de todas... sabe que ya se aproxima su hora de lluvia...
miércoles, mayo 04, 2005
Pigmentos de Vida [Eurídice]
El tintineo de copas me despertó. Eran casi las cinco de la madrugada y aun estaban ahí, festejando la llegada del sofocante verano... Nuestra amistad era sólida [cosa insólita en los tiempos que corren]. Nos conocimos un día cualquiera de esos en que el techo se te viene encima y necesitas salir a respirar. Noches de insomnio, madrugadas de tejedor de ilusiones rotas, asfixiantes horas muertas en el desván... cualquier cosa por salir de allí. Así que salí. Me fui a pasear a la ciénaga para hacerle una visita a la bandida luna cuando, de repente, una parda figura de aroma sensual se me apareció tras los matorrales. Era ella. Como un ciclón su presencia me arrebató un suspiro y no pude más que mirarla sin parpadear. El negro cielo estrellado fue testigo de ese amor tan secreto que por ella comencé a profesar. Desde entonces, somos concursantes en nuestra propia vida, costilla con costilla, condena con condena, ficción con ficción; serenos, pintorescos. Así somos nosotros. Contínuo baile de máscaras y, sin embargo, nos queremos.
-Echa el cierre. Ahora te quiero disfrutar yo...
martes, mayo 03, 2005
La Niña Lucía [Eurídice]
Lucía es empujada al País de los Sueños por su papá. Ella cierra los ojos y comienza su viaje por senderitos muy chiquititos muy chiquititos. Allí se encuentra su amigo Morfeo [buen conversador] al que le cuenta cosas acerca de sus sentimientos y del por qué de su estancia en ese lugar. Ella dice que se siente liberada, que tanto estrés en la realidad le estresa y que los mayores se preocupan por cosas sin importancia como porqué tira el chupete o se chupa el dedo; él dice que es su sitio, y que si un día se ha de ir seguro que morará en los dibujos animados [cuenta que es lo que más se parece a su tierra]. Morfeo susurra a Lucía bellas canciones de amor porque ella le evoca ternura; después, le sopla en la nuca y le hace vagar por praderas, valles, lagos y, finalmente, por un océano inmenso lleno de peces de colores que saltan y ríen y hablan y cantan y cuentan y susurran y preguntan '¿Dónde está Nemo?'. Ella ríe. Recuerda lo que Morfeo le dijo acerca de su mundo y los dibujos animados. De repente, un bicho muy raro le pica en la mano y ella despierta.
-Qué pena... -se dice a sí misma- Qué pena haber despertado. Ahora que estaba encontrando a Nemo va Morfeo y se pone celoso...
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