miércoles, abril 06, 2005

En tu Honor, Horpheus

ORFEO
Rosa del cielo, día del mundo y
digno descendiente
de aquel que rige el universo,
sol, tú, que todo lo rodeas y
que todo lo ves, dime:
¿has visto alguna vez,
en tu carrera entre las estrellas,
un amante más alegre y feliz que yo?
Fue muy feliz, el día, amor mío,
en que te vi por primera vez,
y más feliz la hora en la que suspiraba por ti,
porque tus suspiros
respondieron a los míos.
Fue muy feliz el momento
en que tú me tendiste tu blanca mano
como prenda de la pureza de tu fe.
Si hubiese tenido tantos corazones
como ojos tiene el cielo eterno y
vegetación esas amables colinas
en el verde mes de mayo,
todos hubieran sido colmados y
desbordados por el placer que me proporcionó, ese día,
la felicidad.
EURÍDICE
Yo no sabría decir
cuánta alegría,
Orfeo, me has proporcionado,
pues mi corazón no está conmigo,
sino contigo,
en compañía del amor.
Pregúntale, pues,
si quieres saber lo feliz que es y
cuánto te ama.
La Favola d'Orfeo

1 comentario:

  1. Anónimo2:08 a. m.

    EROS

    Los dioses te conceden la gracia
    de traspasar las perezosas olas del Leteo.

    ¡Ve! ¡Ve a buscar a Eurídice en el sombrío reino!

    Si los dulces sonidos de tu lira,
    si tus dulces melodías,
    apaciguan la ira de los dioses,
    tú la sacarás del imperio tenebroso.

    (Orfeo y Eurídice; música de Gluck, libreto de Calzabigi)

    ResponderEliminar