miércoles, mayo 12, 2010

Juan Pablo II

La familia está llamada a ser templo, o sea, casa de oración: una oración sencilla, llena de esfuerzo y ternura. Una oración que se hace vida para que toda la vida se convierta en oración.

2 comentarios:

  1. Pues sí, la familia es un valor del que nunca hay que olvidarse: yo no soy creyente, ya lo he comentado, pero mi familia por supuesto, es mi refugio. Y yo intento ser el de ellos. Nido, hogar, chimenea... ¡¡cuántas cosas para hablar de la familia!!
    Y familia cibernética, ¿porqué no? cuando hay feeling como este.
    Un besazo y mucho ánimo, mi niña!

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