jueves, septiembre 11, 2008

El rizo robado [Alexander Pope]

Un constante Vapor sobre el palacio flota;
Extraños fantasmas se alzan entre las brumas;
Terribles, como sueños de eremitas en cuevas encantadas,
Claros como visiones de doncellas que expiran.
Ahora enemigos fieros, serpientes en torcidas espirales,
Espectros demacrados, tumbas abiertas y purpúreas llamas:
Ahora lagos de oro líquido, escenas elíseas,
Cúpulas de cristal y ángeles dentro de máquinas.

Inmensas multitudes se ven por todas partes, De cuerpos transformados en cóleras diversas. Aquí teteras vivas con un brazo extendido, El otro recogido; el asa éste y aquél el pitorro: Allí un puchero avanza, cual trípode de Homero; Aquí supira un jarro, y allá una urraca habla; Los hombres paren hijos, en portentosa hazaña, Y las jóvenes, convertidas en botellas, piden a gritos un corcho.

No hay comentarios:

Publicar un comentario