Tuércele el cuello al cisne de engañoso plumaje que da su nota blanca al azul de la fuente; él pasea su gracia no más, pero no siente el alma de las cosas ni la voz del paisaje.
Huye de toda forma y de todo lenguaje que no vayan acordes con el ritmo latente de la vida profunda. . .y adora intensamente la vida, y que la vida comprenda tu homenaje.
Mira al sapiente búho cómo tiende las alas desde el Olimpo, deja el regazo de Palas y posa en aquel árbol el vuelo taciturno. . .
El no tiene la gracia del cisne, mas su inquieta pupila, que se clava en al sombra, interpreta el misterioso libro del silencio nocturno. Enrrique Gonzalez Martinez.
Cuando era estudiante frecuentaba más las bibliotecas, las adoro en realidad, pero en estos momentos las encuentro muy lejanas, hace años que no saco un libro de alguna, seguro que es debido a mi propia ignorancia. Saludos.
Tuércele el cuello al cisne de engañoso plumaje
ResponderEliminarque da su nota blanca al azul de la fuente;
él pasea su gracia no más, pero no siente
el alma de las cosas ni la voz del paisaje.
Huye de toda forma y de todo lenguaje
que no vayan acordes con el ritmo latente
de la vida profunda. . .y adora intensamente
la vida, y que la vida comprenda tu homenaje.
Mira al sapiente búho cómo tiende las alas
desde el Olimpo, deja el regazo de Palas
y posa en aquel árbol el vuelo taciturno. . .
El no tiene la gracia del cisne, mas su inquieta
pupila, que se clava en al sombra, interpreta
el misterioso libro del silencio nocturno.
Enrrique Gonzalez Martinez.
bueno... que es un poema que me mola mucho... a ver que os parece. Lo digo por tú colega tambien!
ResponderEliminarCuando era estudiante frecuentaba más las bibliotecas, las adoro en realidad, pero en estos momentos las encuentro muy lejanas, hace años que no saco un libro de alguna, seguro que es debido a mi propia ignorancia. Saludos.
ResponderEliminar