lunes, julio 17, 2006

Mi amante. De Páramos de Sueño [Ali Chumacero]

Desnuda, mi funesta amante de piel vencida y casta como deshabitada, sacudes sobre el lecho voces y ternuras contrarias a mis manos, y un crepúsculo escucho sobre entre tu cuerpo cuando al caer en tí agonizo en un nacer marchito, sin el duelo comparable al temor de tu agonía. Contigo transparento la caída de un alud o huracán de rosas: suspiros de manzanas en tumulto diciéndome que el hombre está vencido, confuso en amarguras y vacías miradas. En tí respondo al mundo, y en tu cuerpo respiro ese sabor de los sepulcros; una noche no más, y tu mirada persiste, implora y vence entre mis ojos, decidida a una lucha prolongada donde el recuerdo se convierte en esa área languidez del pensamiento, como materia de tus ojos mismos. Lloras a veces arrojando fúnebres aguas de perfume ciego, como si desprendida de una antigua idea vinieras hasta mí, tan clara como un ángel dormido en el espacio, a dejar evidencia, luz y vida; y en tus lágrimas veo surgir tu suave piel como si en ella prolongaras o hicieras más probable tu existencia, derramando el aroma de tu sueño sobre esta soledad de tu desnudo.

2 comentarios:

  1. Anónimo5:34 p. m.

    Me gusta seguirte, me gusta los trocitos que nos dejas disfrutar..., gracias!

    Besos.

    ResponderEliminar
  2. Mmm, delicioso, casi siento el sabor de las manzanas.
    Un abrazo

    ResponderEliminar