jueves, abril 29, 2010

Kurt Diembergerr

Una montaña sólo te pertenece cuando la has descendido, mientras tanto tú le perteneces a ella.

3 comentarios:

  1. Pues las montañas del pueblo donde vivo y yo tenemos una posesión increible y mutua, porque las bajo y subo cada vez que quiero ir a la civilización, jajaja.
    Ahora en serio, me encantó: yo siento eso pero en el mar, y no creo que nunca, nunca, nunca podamos poseerlo: siempre le pertenecemos ;)

    ResponderEliminar
  2. Yo creo que no somos dueños ni de nosotros mismos, le pertenecemos al tiempo.

    ResponderEliminar