lunes, julio 11, 2005

Amarse con los ojos Abiertos [Jorge Bucay&Silvia Salinas]

'Cuando las personas se encuentran con dificultades en su relación, tienden a culpar a su pareja. Ven claramente cuál es el cambio que necesita hacer el otro para que la relación funcione, pero les es muy difícil ver qué es lo que ellas hacen para generar los problemas.
Es muy común preguntarle a una persona en una sesión de pareja: -¿Qué te pasa? Y te conteste: -Lo que me pasa es que él no entiende... Y yo insisto: -¿Qué te pasa a tí? Y ella vuelve a contestar: -¡Lo que me pasa es que él es muy agresivo! Y yo sigo hasta el cansancio: -Pero ¿qué sientes tú? ¿Qué te pasa a tí?
Y es muy difícil que la persona hable de lo que le está pasando, de lo que está necesitando o sintiendo. Todos quieren siempre hablar del otro.
Es muy diferente enfrentarse a los conflictos que surgen en una relación con la actitud de reflexionar sobre 'qué me pasa a mí' que enfrentarse a ellos con enfado pensando que el problema es que estoy con la persona inadecuada.
Muchas parejas terminan separándose porque creen que con otro sería distinto y, por supuesto, después se encuentran con situaciones similares en las que lo único que ha cambiado es el interlocutor.
Por eso, frente a los desencuentros vinculares, el primer punto es tomar conciencia de que las dificultades son parte integral del camino del amor. No podemos concebir una relación íntima sin conflictos.
La salida sería dejar de lado la fantasía de una pareja ideal, sin conflictos, enamorados permanentemente.
Es sorprendente ver cómo la gente busca esta situación ideal.
'... y cuando el señor X se da cuenta de que su pareja no se corresponde con ese modelo romántico ideal y novelesco, insiste en decirse que otros sí tienen esa relación idílica que él está buscando, pero él tuvo mala suerte... Porque se casó con la persona equivocada...'
¡NO! No es así. No se casó con la persona equivocada.
Lo único equivocado es su idea previa sobre el matrimonio, la idea de la pareja perfecta- En cierto modo, me tranquiliza saber que esto que no tengo no lo tiene nadie, que la pareja ideal es una idea de ficción y que la realidad es muy diferente.
El pensamiento de que el césped del vecino es más verde o de que el otro tiene eso que yo no consigo parece generar mucho sufrimiento.
Quizás aprender estas verdades pueda libertar a algunas personas de estos tóxicos sentimientos. La realidad mejora notoriamente cuando me decido a disfrutar lo posible en lugar de sufrir porque una ilusión o una fantasía no se realizan.
La propuesta es: hagamos con la vida posible... lo mejor posible.
Sufrir porque las cosas no son como yo me las había imaginado no sólo es inútil, sino que además es infantil.'

2 comentarios:

  1. ¡¡Qué maravilla de texto!! No podría estar más de acuerdo con todas y cada uno de sus palabras.

    La gente tiene tendencia a culpabilizar al otro, a echar balones fuera y adjudicar la responsabilidad de las cosas que no funcionan a la otra persona. A la mayoría le cuesta asumir no sólo la parte de responsabilidad que le compete, si no el ser capaz de pararse a pensar qué es lo que les ocurre a ellos. A veces no cambian los demás, lo hacemos nosotros mismos.

    Y el secreto no consiste en pretender que las cosas sean como antes, que vuelvan a ser como eran, si no en adaptarse y compartir el presente desde como somos ahora.

    No hay fórmulas mágicas, no hay unos amores mejores que otros, todo depende de lo que nosotros pongamos también en ellos.

    Gracias por este magnífico texto Eurídice :)

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